¿Por qué la Navidad?

(Lucas 2:10-12, NBLA).

“Pero el ángel les dijo: «No teman, porque les traigo buenas nuevas de gran gozo que serán para todo el pueblo; porque les ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. »Esto les servirá de señal: hallarán a un Niño envuelto en pañales y acostado en un pesebre».”

La Navidad es una época del año que evoca emociones y tradiciones muy diversas en todo el mundo. A medida que se acerca esta celebración, es común encontrar un ambiente de alegría, luces brillantes y reuniones familiares. Sin embargo, es importante detenernos un momento y reflexionar sobre el verdadero significado de esta festividad. En este sentido, cabe preguntarnos: ¿qué celebramos realmente durante la Navidad? Más allá de los adornos y los regalos, hay un mensaje de vida que merece ser explorado. Por lo tanto, propongo que revisemos las raíces de la Navidad, recordando su esencia y el impacto que tiene en nuestras vidas.

 En primer lugar, no puede haber una verdadera Navidad sin Jesús. Hoy en día, lo que vemos ocurrir en el mundo da la impresión de que la Navidad puede celebrarse sin considerar a Jesucristo tal como las Escrituras lo presentan. Sin embargo, el sentido de la Navidad radica precisamente en la celebración del nacimiento de Jesucristo, el Hijo de Dios, quien vino para salvar al mundo. Este evento representa el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento y la manifestación del amor de Dios por la humanidad.

Con este propósito, quiero compartir algunas verdades fundamentales que nos ayudarán a comprender el verdadero espíritu de esta temporada.

 [1] El cumplimiento de la promesa del Mesías

Desde el Antiguo Testamento, Dios prometió un Salvador para redimir a Su pueblo (Isaías 7:14; Miqueas 5:2). En efecto, el nacimiento de Jesús en Belén, de una virgen, es una de las promesas hechas realidad en Él (Mateo 1:22-23; Lucas 1:26-31, 2:4-7).
Algunas de las profecías cumplidas en Jesús son:

  • En primer lugar, su descendencia de Abraham, por medio de la cual todas las naciones serían bendecidas (Génesis 12:3; 22:18; Mateo 1:1; Gálatas 3:16).
  • Asimismo, el Mesías vendría de la tribu de Judá (Génesis 49:10; Lucas 3:33; Hebreos 7:14).
  • Además, sería heredero del trono de David y establecería un trono eterno (2 Samuel 7:12-13; Jeremías 23:5-6; Mateo 1:1; Lucas 1:32-33).
  • Los reyes de las naciones le adorarían y le ofrecerían presentes (Salmo 72:10-11; Isaías 60:6; Mateo 2:1-11).
  • Un gobernante intentaría matar al Mesías, causando la matanza de muchos niños (Jeremías 31:15; Mateo 2:16-18).
  • El Mesías sería llevado a Egipto y desde allí llamado de regreso (Oseas 11:1; Mateo 2:14-15).
  • Un mensajero anunciaría su venida (Isaías 40:3; Malaquías 3:1; Mateo 3:1-3; Lucas 3:3-6).
  • El Mesías realizaría milagros, incluyendo sanar enfermedades (Isaías 35:5-6; Mateo 11:4-5; Lucas 7:22).
  • El Mesías sería despreciado y rechazado por los suyos (Isaías 53:3; Salmo 118:22; Juan 1:11; Juan 12:37-38).
  • El Mesías entraría triunfante en Jerusalén montado en un asno (Zacarías 9:9; Mateo 21:4-9).
  • El Mesías sería traicionado por un amigo cercano a cambio de plata (Salmo 41:9; Zacarías 11:12-13; Mateo 26:14-16; Mateo 27:3-10).
  • El Mesías sufriría y moriría por los pecados de otros (Isaías 53:5-6; Romanos 5:6-8; 1 Pedro 2:24).
  • A pesar de su sufrimiento, no se rompería ningún hueso de su cuerpo (Salmo 34:20; Juan 19:33-36).
  • El Mesías vencería la muerte y resucitaría (Salmo 16:10; Isaías 53:10-11; Mateo 28:5-7; Hechos 2:31).

[2] La encarnación del Hijo de Dios y la salvación para toda la humanidad

La Navidad celebra el misterio de la encarnación. Dios mismo se hizo hombre para vivir entre nosotros y reconciliarnos con Él. Este acto muestra el amor incondicional de Dios (Juan 1:14). Así, el ángel anunció a los pastores que el nacimiento de Jesús era una “buena noticia de gran gozo para todo el pueblo” (Lucas 2:10). Jesús no solo vino para Israel, sino para ofrecer salvación a toda la humanidad (Juan 3:16).

 Además, Hebreos 2:14-15 resume la razón de la Navidad: Jesús participó de carne y sangre para anular el poder de la muerte y liberar a los que vivían en esclavitud por temor a ella. “Así que, por cuanto los hijos participan de carne y sangre, también Jesús participó de lo mismo, para anular mediante la muerte el poder de aquel que tenía el poder de la muerte, es decir, el diablo, y librar a los que por el temor a la muerte, estaban sujetos a esclavitud durante toda la vida” (NBLA).

 [3] La Navidad representa paz, reconciliación y esperanza

El anuncio de los ángeles destacó la paz que Jesús trae entre Dios y los hombres (Lucas 2:14). De manera similar, el nacimiento de Jesús en un pesebre refleja el espíritu del plan de Dios: no vino con pompa ni grandeza terrenal, sino como un siervo para dar su vida en rescate por la humanidad (2 Corintios 8:9).

 [4] La Navidad nos invita a responder a la verdad de la primera venida de Cristo:

La Navidad celebra el amor transformador de Dios que cambia la historia de cada persona que cree en Jesús, el Hijo de Dios. Al reflexionar sobre su significado, recordemos que esta celebración encarna la esencia del amor, la esperanza y la paz que Jesús trajo al mundo. De este modo, abramos nuestros corazones y permitamos que el mensaje de la Navidad ilumine nuestras vidas y guíe nuestras acciones.

  • La adoración a Cristo como Salvador constituye un llamado claro a toda la humanidad. La historia de la verdadera Navidad resalta la adoración como respuesta natural al nacimiento de Cristo. Por ejemplo, los pastores adoraron a Jesús después de escuchar las buenas nuevas, mientras que los sabios de Oriente trajeron regalos como muestra de su devoción y reverencia (Mateo 2:1-11). De esta manera, esta verdad nos recuerda que celebrar la Navidad implica colocar a Jesús en el centro de nuestra adoración: “Entraron en la casa, vieron al niño con su madre María, y postrándose lo adoraron” (Mateo 2:11).
  • Por otro lado, el mensaje de la Navidad nos llama a responder con gratitud por el amor de Dios manifestado en Jesús. Tal como se relata en el Evangelio de Lucas, Ana daba gracias a Dios y hablaba del Niño a todos los que esperaban la redención de Jerusalén (Lucas 2:38). Asimismo, Efesios 1:3-4 nos recuerda que debemos bendecir al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, quien nos escogió en Él antes de la fundación del mundo para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él.
  • La verdad de la Navidad no está limitada a unos pocos. Dios nos llama a vivir y compartir este mensaje de esperanza, amor y reconciliación con nuestro prójimo. Los que han sido bendecidos están llamados a bendecir a otros: “Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido para posesión de Dios, a fin de que anuncien las virtudes de Aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable” (1 Pedro 2:9).
  • La historia del nacimiento de Jesús también resalta la fe y la obediencia de personas como María y José, quienes aceptaron los planes de Dios para sus vidas, a pesar de los desafíos que esto representaba. María respondió al mensaje del ángel con humildad, diciendo: “He aquí la sierva del Señor; hágase conmigo conforme a tu palabra” (Lucas 1:38). De igual manera, José obedeció al ángel que le indicó no abandonar a María y asumir el cuidado de Jesús (Mateo 1:20-24). Así, ellos se convirtieron en instrumentos de Dios para bendecir al mundo.

Dios llama a Sus redimidos a ser Sus embajadores en el mundo (2 Corintios 5:17-21). Por consiguiente, la Navidad nos recuerda nuestra misión de vivir y proclamar el mensaje de reconciliación, amor y esperanza que Cristo trajo con Su venida.

 Que el espíritu de la verdadera Navidad transforme nuestras vidas y nuestras comunidades. ¡Feliz Navidad!

 

Reflexión

  1. ¿Qué significado tienen para usted las “buenas nuevas de gran gozo” que los ángeles anunciaron a los pastores?
  2. ¿Cómo cambia su perspectiva de la Navidad al recordar que es una celebración del cumplimiento de las promesas de Dios y Su amor por la humanidad?
  3. Al reflexionar sobre el humilde nacimiento de Jesús, ¿qué enseña esto sobre el carácter y el propósito de Dios para nuestras vidas?
  4. ¿De qué manera puede poner a Jesús en el centro de su celebración de la Navidad este año?
  5. ¿Cómo puede compartir el mensaje de esperanza y reconciliación que la Navidad representa con las personas que le rodean?

Mis apuntes

Reacciones

Reacciones

“Entonces Simeón les dio su bendición y le dijo a María, la madre del bebé: «Este niño está destinado a provocar la caída de muchos en Israel, pero también será la alegría de muchos otros. Fue enviado como una señal de Dios, pero muchos se le opondrán. Como resultado, saldrán a la luz los pensamientos más profundos de muchos corazones, y una espada atravesará tu propia alma»” (Lucas 2:34-35, NTV).

Translate »